Polítics de Lleida pretende abordar el análisis de la biografía social del poder en una ciudad, Lleida, desde una perspectiva de largo alcance que iría desde 1716, año en que empezó el gobierno absolutista borbónico, hasta 1868, en que terminaría el proceso de la revolución burguesa en España. La singularidad sociológica de Lleida nos sirve como ejemplo de la adaptación al nuevo poder en el municipio por parte de los grupos sociales de las ciudades catalanas ante la reforma borbónica. Sin embargo, paralelamente, aquellos cambios fueron el punto de arranque de una nueva lucha por adquirir influencia, ya que el grupo de privilegiados controló el poder durante todo el período y el resto sólo pudo acceder a él en cargos de segunda fila, cuando se crearon, o mediante asaltos revolucionarios que tuvieron una vigencia cronológica muy corta durante el espacio de tiempo estudiado. La ciudad de Lleida se convierte, en nuestra investigación, en un personaje histórico, que expresa el poder del grupo dominante y donde las principales familias luchan para acreditar su hegemonía social.
Después de la experiencia vivida por la población durante el absolutismo borbónico (1716 – 1832), la Revolución Liberal (1833-1868) determinó el contenido ideológicamente dos bloques sociales, el conservador y el del progreso, que se enfrentaron por conseguir el control político de la comunidad desde el mismo momento en que se asumió el cambio de régimen a nivel estatal. Nos encontramos una lucha que, sin embargo, ya detectamos antes, en los ayuntamientos absolutistas, en los que se habían empezado a configurar ambos bloques mediante la experiencia representativa que vivieron unos, la élite de los privilegiados desde los cargos más importantes de concejal y de síndico procurador, que por lo general en la época liberal dio su apoyo a los conservadores, y los otros, el resto de la población, desde los cargos de diputado del común y síndico del pueblo, que apoyaron en su mayoría a los progresistas.