Este texto aporta una visión del nacimiento de la Mollerussa que todos conocemos hoy en día. Este estuvo determinado por dos recursos que, tanto entonces como ahora, fueron y siguen siendo básicos para el desarrollo y el progreso de las sociedades: el agua y las comunicaciones.
Tanto la construcción del Canal de Urgell como la ubicación de la estación de ferrocarril, acabarán influyendo en el surgimiento de una economía, en sus nuevas formas de organizarse y en la formación de una nueva sociedad que quería reinventarse copiando los modelos de industrialización europeos y las oportunidades que ofrecía el tren del progreso.